Se comerá tus sesos, porque está esperándote en medio del bosque...
-Comer, comer, comer, comer, comer... - decía cayéndole baba una criatura evolucionada.
Mata, decapita, castra, come a sus enemigos, sus víctimas pasan por el bosque, ingenuas, sin pensar que ahora ellos serán comidos por sus presas.
El fin de la raza humana, el comienzo de un fin; amaneció otro día, ese día en que había una gigantesca luz, luminosa, la última que los humanos vieran.
Cayó la tarde, y entonces la casería comenzó. Un rincón del bosque, la masacre comenzó.
"Víctimas", humanos sin nombre, en ellos quedaba plasmada la venganza de las criaturas evolucionadas.
Pero, sin más, las criaturas, cuando no quedaban más humanos, se mataron entre sí, porque necesitaban matar. Estas criaturas eran de naturaleza de este mundo, y nadie les pudo impedir dar un solo paso, ellas tenían el poder absoluto de todo a su alrededor. Y cuando sólo quedó una, esta se suicidó, y como resultado, un cataclismo sin nombre y desconocido para todo quien lea se abrió paso en medio de las tinieblas de agua, fuego y oscuridad, indescriptible para nuestra pequeña mente. Todo en destrucción y caos total.
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